domingo, 28 de enero de 2007

(reescritura)


1 comentario:

Anónimo dijo...

Le miro mientras él aguarda un comentario de mi parte. Yo sin decir palabra, recogí mis guantes. Me levante, él se encogió de hombros, largó el brazo y bebióse el resto de mi bourbon. Y se rió estúpidamente.

Miré con alivio los abedules en el camellón, mi resistencia al hastío debe estar rayando la hora y veinte.